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Quererte es dejar de exigirte tanto.

Tengo un trabajo que disfruto demasiado, todos los días me permite crear cosas que no sé muchas veces de donde provienen, el disfrute existe en la mayor parte del tiempo en mi jornada laboral, pero paso algo, mis manos duelen y se volvió normal sentirlo todos los días.


Esto se debió al exceso de trabajo y exigencia que estaba teniendo conmigo, fui más allá de mis posibilidades humanas a la hora de crear y como siempre nuestro cuerpo será el que hablará aquellas cosas que decidimos callar o no mirar. Aveces es bueno rendirse y aceptar que no podemos con todo y que eso no me hace menos productiva y menos creativa, por el contrario me hace más brillante y expansiva, pero claro que pasar a esta conclusión tenemos que atravesar todas esas experiencias que duelen y que nos dan miedo también.


Disfrutar tanto un trabajo es de las cosas más peligrosas, porque comenzamos a llenar toda nuestra vida con eso, descuidamos todo lo demás que también enciende nuestra alma, el descanso, el baile, las salidas a caminar, las tomadas de sol mientras leemos un libro, el disfrute de una película, en lugar de sólo trabajar y trabajar y más trabajar.


Hoy me quiero invitar a mi y creo que lo estoy logrando, en poner límites balanceados en mis procesos creativos y compartir mas con la gente que quizás como yo le absorben muchas cosas sin apenas darnos cuenta. Quiero que sepas que te entiendo.


Pero no dejemos que nuestro cuerpo pida amor, atención y calma demasiado tarde.

Te quiero mucho y siempre


Buke.


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